¿Intrusismo? ¡Sálvese el que pueda!

La economía digital lleva ya tiempo cambiando nuestras vidas, la de la sociedad, la de las empresas y casi todo lo que nos rodea.

El mundo de los oficios y de las profesiones también está sufriendo y va a sufrir su propio proceso de alteración inevitable.

La globalidad y la tecnología lo van a arrasar todo. De hecho ya lo están haciendo y no hay manera de pararlo.

Como la piratería en Internet y la propiedad intelectual, o el polémico «derecho al olvido» sentenciado por La Corte de Luxemburgo que planteará si es más relevante la protección de datos personales y la privacidad o la libertad de información… (Leer artículo de El País/ Leer artículo de El Mundo)

Todo se escapa como el agua entre los dedos.  Hasta lo que parecería, o podría ser, fraudulento no lo es. Por ejemplo, que Amazon se domicilie en Irlanda, que es país de la Unión Europea, y que pueda vender donde quiera pagando menos impuestos, con precios y descuentos que, sin ir más lejos, El Corte Inglés en España no puede aplicar.

 

¿Llega el sálvese quien pueda en un mundo sin cerraduras…?

¿Podremos protegernos de los intrusos en nuestro negocio, nuestra actividad, nuestros oficios? Pregúntaselo a los de la música, la comunicación, los libros, la educación, el comercio electrónico…o la industria textil, la electrónica, la tecnología o cualquier cosa en la que pienses.

¿Quiénes serán los intrusos? ¿Por dónde aparecerán?

Serán personas, instituciones, compañías o robots… que harán lo mismo que tú, o mejor, pero sin tener que pasar por una “autorización” administrativa local proteccionista y recaudatoria que, además, no garantiza ni calidad ni eficiencia.

¡Es que no me lo puedo imaginar en este siglo XXI que va corriendo en Alta Velocidad y en el que la tecnología iluminará además tantas zonas que todavía permanecen oscuras en nuestro planeta!

¿Un título de magisterio garantiza que ese maestro es un profesional inspirador y despertador de mentes juveniles? No.

Pese a grandes profesores que todos conocemos, un «titulado oficial” puede ser generador, en este caso, de fracaso escolar…

Y por muchos diplomas que cuelguen en su consulta, no pondría mi salud en manos de algunos médicos, ni mis asuntos legales en las de malos abogados, ni la dirección de mis negocios en las de poco expertos pero floridos Masters…

 

Un título oficial firmado por su Majestad el Rey no siempre avala una capacidad.

A veces, cubre a incapaces y pésimos profesionales.

La realidad de la vida que nos viene, hace pensar que el “viejo sistema” se quedará atrás y se transformará en algo que los tiempos digitales y globales nos hacen difícil pronosticar.

Ahora que la informática está en la nube, Google en todo lo que se mueve y que se acabó la privacidad con las redes sociales, video vigilancia, Obama y etcétera, lo que llamamos “intrusismo», no ha hecho más que empezar…

Y espérate a la próxima revolución en puertas que Bill Gates anuncia para el 2016: la de los robots. No está mal para ir preparando nuestra mente ver las películas “Un amigo para Frank” http://bit.ly/1gdizfy o “Her” http://bit.ly/1gdj1dI

 

¿Qué será del mundo de las profesiones, los oficios y demás menesteres de nuestras prácticas vitales?

Con ese coche sin conductor que tiene ya casi a punto Google, se me ocurre pensar en los taxistas…

El asombroso cocinero/empresario Martín Berasategui, controla vía Skype desde su tres estrellas Michelin de Lasarte (Gipuzkoa) a sus otras múltiples estrellas repartidas por el mundo.

Pronto, quizás, podrá recibir con un algoritmo o vete a saber qué espectrógrafo de masas orgánico, el sabor y textura de una receta que él ha creado y un auxiliar de cocina prepara en su restaurante de Singapur…

Y no pasará mucho tiempo para que los alumnos de una escuela de Badajoz reciban clases por holograma de un profe desde Atlanta.

Tampoco hará falta ser médico titulado en España para abrir una consulta on line en Australia y por medio de una aplicación de móvil, atender a pacientes en Madrid sin que nadie lo impida.

La tecnología lo está permitiendo. Como al fundador de Khan Academy dar clases a millones de alumnos en todo el mundo y a CCC en 86 países, sin ir más lejos.

En el Museo de la Volvo Ocean Race de Alicante, de donde saldrá el 4 de octubre la próxima vuelta al mundo a vela, se pueden ver fotos y vídeos de intervenciones médicas practicadas por tripulantes no especialistas.

Con el material médico que llevan a bordo y las orientaciones de cirujanos vía satélite, resuelven urgencias que hace bien poco era impensable tratar por alguien que no fuera médico.

Si Amazon está pensando en utilizar «drones» para entregar sus pedidos ¿qué les espera a los transportes y mensajerías urgentes?

 

Google estará donde le apetezca y podría manejar el mundo desde una nave espacial.

Y pagar impuestos (¿donde?) si le apetece…

El proteccionismo, la súper regulación, el poner coto y norma a todo, es la defensa de un sistema que está cambiando ante nuestros ojos.

Capitalismo, socialismo, paternalismo, dogmatismo… suenan a viejo y como tantos otros ismos han caducado. Aguantan porque, como en los yogures, la fecha de caducidad real no es la que pone en el envase.

En un planeta con más de 7.000 millones de habitantes, está todo por reinventar.

Da vértigo ver los macro edificios que se siguen construyendo para alojar miríadas de funcionarios reguladores y controladores de lo que ya es difícil regular y controlar.

El CV a la vieja usanza será como una foto de un pasado que contará lo que has hecho… Y la pregunta ¿qué has estudiado? habrá que sustituirla por ¿qué estás estudiando? Y por otra que es cada vez más difícil de contestar: ¿y tú para qué sirves?

José Luis Sampedro decía que nos han educado para ser súbditos y sumisos. Y para el pensamiento único. Política, religión y economía están desfasadas, afirmaba, y que un banco manda más que un presidente de gobierno…

Merece la pena ver el vídeo de la entrevista que le hizo Jordi Évole y admirarse de la claridad mental que tenía a sus cerca de cien años: http://bit.ly/1n00VdX

 

Por cierto ¿se podrá regular un negocio montado en un satélite…?

¿O en un barco situado en aguas internacionales, como lo hizo algún casino? ¿De quién es el mar abierto y sus profundidades? ¿De quién es el espacio sideral? ¿Se querrá apoderar de ello cualquier Putin como si fuera Crimea…?

Juan Martínez Barea, embajador en España de la Singularity University, habló en el Google Think Performance de Madrid el pasado 7 de Mayo, de que «vivimos tiempos exponenciales».

Exponencial es la Ley de Moore, que dice que los ordenadores cada, aproximadamente 18 meses, son el doble de rápidos.

 

En 2045 un ordenador tendrá la capacidad de un cerebro humano.

Entretanto, dice Martínez Barea, están sucediendo ya cosas asombrosas: como que en 5 años todos tendremos un análisis de nuestro código genético que nos dirá nuestra tendencia a sufrir algunas enfermedades.

O que se implantará el ADN de unos peces que producen luz  en esos árboles que iluminarán nuestras calles. Y que los drones llevarán medicinas a lugares remotos y que la impresión 3D más la biología sintética permite ya “imprimir” carne comestible…

Y esa palabra de moda, sostenible, ¿qué significado tendrá?

Yo, la verdad, no sé nada pero tengo mis sospechas.

La vida de mis nietos será apasionante. ¡Me gustaría tanto verles por algún agujerito…!

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GURÚS DE COPIA Y PEGA

En esta época de mutaciones y sobredosis informativas, hay opinadores que se lanzan a escribir o hablar sobre lo que han leído, visto u oído en noticias, post, redes sociales, vídeos, congresos, etc. haciendo veredictos doctrinales en relación a los cambios que la tecnología nos va a traer.

Algunas de esas informaciones de «copia y pega» nos pueden hacer llegar, sin filtro, mensajes con valoraciones que generen, quizás, una inquietud que induzca a tomar posiciones desajustadas en tiempo y lugar.

«Los coches eléctricos son ya una realidad así que esperaré a los nuevos modelos para cambiar mi automóvil…». Pero el coche eléctrico no será esa realidad práctica tan inmediata que nos anticipaban y llegamos a creer.

Podemos adelantar acontecimientos y acometer proyectos que luego se quedan en el camino, porque nos hicieron pensar que aquella nueva tecnología que anunciaban con tanta vehemencia lo iba a cambiar todo ¡ya!

Es quizás el síndrome de los demasiado early adopters… Pero no todo lo que se anuncia como revolucionario e inmediato termina siéndolo.

Yo me acuso de haber sido también juez y víctima en algunas situaciones. Por ejemplo llegué a creer que www.secondlife.com , que en junio de 2013 cumplió diez años, sería un mundo en el que las empresas debíamos estar. ¡Hasta di conferencias sobre ello!

¡Incluso compramos «suelo digital» para instalarnos en «Secondlife«! Nuestros solitarios avatares se aburrieron esperando las pocas visitas que recibimos. No ocurría lo mismo en todo lo que tenía que ver con el sexo… Total, que malgastamos el tiempo en aquel universo virtual que los medios inflaron artificialmente y que nunca llegó a ser lo que parecía que prometía. Todo quedó en un espejismo.

En 1998, por el impulso del mensaje de «la transformación digital del Universo» y por la conferencia de Nicholas Negroponte en Madrid, presentando su libro «Being Digital», pusimos en marcha un proyecto de formación on line, «Latinmentor», para el desarrollo de profesionales en países de Latinoamérica.

Animados por una ilusión innovadora y, además, por el Banco Interamericano de Desarrollo, creamos en CCC una plataforma con maravillosos contenidos audiovisuales e interactivos.

Como la implantación de Internet en los países hispanos fue más lenta de lo esperado, la «banda ancha» casi ni existía y las personas no estaban listas para aquella novedosa propuesta, Latinmentor se apagó casi sin haber nacido, dejando una considerable perdida y, eso sí, una buena lección aprendida.

En 2011, siguiendo lo que tantos gurús predicaban sobre las bondades de las redes sociales como medio de comunicación publicitario, utilizamos alguna de ellas pensando que ayudaría en las ventas.

No logramos nuestro propósito. Quizás nos adelantamos, quizás no lo hicimos bien, quizás no fue el buen momento… ¡Pero volveremos a intentarlo!

«La televisión está muerta» afirmaban algunos gurús. Google, y los hechos, han demostrado que era mentira.

La tele continúa teniendo una influencia innegable en los resultados de marketing

¿Por qué www.destinia.com o www.rastreator.com y tantas otras empresas «Internet pure player» se anuncian hoy en televisión? Ahora tengo la respuesta.

¿Qué ocurrirá en los próximos cinco años? Queda abierto el interrogante. Pero hoy es hoy. Aunque haya que prepararse para mañana.

Lo que ha sido un éxito anunciado es la penetración que han logrado los smartphones. Ahí sí llegamos en el momento justo, creando en 2013, víspera del 75 aniversario de CCC, la web mobile que, de expectativa ha pasado a ser una positiva certeza.

En mis charlas en universidades, congresos, seminarios… hablo de las “macrotendencias» que, en los próximos años, generarán grandes cambios en nuestras vidas, en la salud, la energía, la alimentación, la movilidad…y abrirán la puerta a nuevos negocios.

Sin embargo he moderado mi mensaje, y ahora explico que hay que estar alerta pero observando los acontecimientos con prudencia, ajustando nuestras decisiones a que, en realidad, muchas cosas no son tan veloces en hacerse consistentes.

El mundo es grande y diverso y no todas las personas vivimos en la misma longitud de onda ni al mismo ritmo de adaptación a los tiempos.

«Los medios impresos están muertos» pronostican algunos gurús de los que llamo «de corta y pega». Mauricio Montenegro, de Havas Media Internacional, apoyándose en su experiencia profesional, sostiene: «En LATAN, lo digital, lejos de hundir a los medios impresos, los ha revitalizado…»

El periódico «El Tiempo», el de mayor tirada en formato papel de Colombia, sigue siendo insustituible para las marcas. ¿Durante cuánto tiempo más? Nadie lo sabe. Hoy es lo que es.

A veces no nos damos cuenta de que nuestro mundo no es TODO el mundo, aunque algunos se empeñen en trasladar una visión parcial del panorama sin contemplar el entorno completo.

En España, hablando de lo digital, un alto porcentaje de la población no es usuaria habitual de Internet.  ¿Cómo podemos olvidarlos?

No se puede creer todo lo que se oye. Hay que tener activado el catalizador de nuestra actitud crítica, de la reflexión, de la duda y el de la observación del comportamiento de la gente. Aquí y en otros lugares.

¿Qué necesitamos las personas? A lo mejor no es lo que nosotros pensamos… Es posible que, por eso, demasiadas startups no alcancen a convertirse en empresas rentables y sostenibles. Y más en un contexto planetario que está más allá de lo que nuestros ojos alcanzan.

En ese convulsivo 2013 que hemos dejado atrás, entré en un nuevo proyecto denominado www.tendenciasglobales.com donde competentes analistas internacionales muestran y debaten, sin «copia y pega», ideas que mueven las cambiantes circunstancias mundiales.

Con humildad he aprendido que debemos estar alerta para filtrar mucha información que, incluso siendo bienintencionada, llega a nosotros con una excesiva contundencia predictiva.

¡Prudencia, amigos! En 2014, el año del 75 aniversario de CCC, os insto a practicarla.

La prudencia, probablemente, ha sido causa del efecto de longevidad de esta empresa y de continuar su proyección hacia el futuro.

Concluyendo: no pongáis nunca en standby el radar de vuestra mirada alrededor de la sociedad, las tendencias y la tecnología que no cesa. Y considerar que cada cosa tiene su momento.

¡Feliz Año Nuevo!

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