Mi abuelo… ¡ese sí que supo salir de las crisis!

1929. Mi abuelo, Juan Morera (30 años), en Windsor, con mi abuela, una amiga de la familia y mi madre.

Se enfrentó a ellas sin miedo ni pereza ni vergüenza. Como muchos de los abuelos de principios del siglo XX.

Con 19 años cruzó los Pirineos para evitar el servicio militar…Vivió en Francia, Inglaterra, Argelia y Bélgica. Fue un emigrante, como tantos otros, que puso los medios para salir adelante y encontrar un futuro.

Su vida estuvo llena de riesgo y aventura, alegría y sufrimiento, vacas gordas y flacas, optimismo y buen humor…

De él aprendí cosas que han inspirado mi vida.

– «Llegarás donde quieras llegar. Serás lo que crees que puedes ser. Casi todo va a depender de ti. No culpes a nadie. Tú eres quien ha de poner los medios y el esfuerzo…»

A los humanos, y más cuando somos jóvenes, nos cuesta darnos cuenta de las cosas. Y el tiempo se escapa, a veces, sin enterarnos de nada.

 – «Quiero vivir la vida«, oyes decir a algunos quinceañeros que, todavía, no han entendido la cosa.

Bueno….yo también tuve mis quince años gilipollas. Tampoco entendí a la primera lo que mi abuelo me iba sembrando. Pero lo sembraba. Y lo regaba con estímulos. Por eso fue germinando.

Nunca me dijo «tonto», «inútil», «nunca harás nada», «con todo lo que nos sacrificamos por ti» «eres un vago…» NO. Nunca me dijo eso. ¡Todo lo contrario!

Muchas familias y muchos maestros desconocen o no saben utilizar los recursos positivos, tan efectivos para animar y empujar a la gente.

– «Eso de que fulanito ha tenido mucha suerte en la vida -decía mi abuelo- la mayoría de las veces tiene que ver con los medios que ha puesto para que esa suerte le llegue. Hay personas predestinadas a cuidar cerdos que se han convertido en grandes personajes y otros nacidos en buenas familias son unos desgraciados. ¡Nosotros construimos nuestra suerte!«

En España, una parte de la sociedad ha olvidado uno de los principios esenciales que construyen el progreso: la educación.  

Los políticos, entretenidos en sus propios debates, no han caído en lo que estaba ocurriendo hasta que la contundencia de los datos les ha dicho que España es uno se los países más incultos de Europa.  

Cuando nos ha ido bien y la economía tiraba, no hemos apretado y exigido lo suficiente a los jóvenes el sacrificio de estudiar y esforzarse.

Estábamos adormecidos en el confort de sentirnos ricos para siempre.
Ni la escuela, ni los maestros, ni los padres, ni el sistema en general han puesto las ganas y la pasión que hacen falta para estimular la necesidad de formarse.

¡Qué suerte tuve con mi abuelo! A él le sobraba pasión, inspiración y positivismo que son los recursos que sirven para hacer crecer a las personas. 

Si emites pasión recibes pasión.

Creo que la sociedad y nuestros políticos han emitido aburrimiento y es lo que recogemos. Por eso nos va a costar más que al resto de la Unión europea salir de la crisis.

Cuando empiezas a plantearte que las cosas no van como quisieras– aseguraba mi abuelo-, cuando sientes que deberías cambiar ¡hazlo! Tu instinto te dice la verdad«.

Hoy más que nunca recuerdo a mi abuelo. Tenía razón. Se fue en 1979 pero su fuerza me acompaña siempre.

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9 comentarios

  1. No podemos desperdiciar el legado de los padres y abuelos dignos de admiración que se mencionan en este post.
    Mi padre emigró de Valencia a Caracas (Venezuela), con lo que llevaba puesto cuando tenía unos 16 años. Trabajó, estudió, montó un negocio, se llevó a sus padres y hermana y les montó un negocio. Dejo su empresa para dedicarse a la noble tarea de la educación. Actualmente, como profesor jubilado, sigue teniendo nuevos proyectos y sigue trabajando sin descanso para enseñar todo lo que aprende (nunca ha parado de estudiar). Y no importa los malos momentos que pueda estar pasando, siempre te responderá con una sonrisa que está muy bien.
    Ojalá yo haya aprendido la lección.
    Saludos

  2. Juanjo tu post es inspirador… y me viene a la cabeza la vida de mis propios abuelos. Y más concretamente de mi abuelo José, empresario despues de los 40 y emprendedor nato.

    Trabajó desde los 8 años, al quedarse huérfano, y sacó adelante a su familia, consiguiendo «dar carrera» a sus hermanos pequeños.

    Pasados los 40 (cuando ahora la mayoría de nosotros estamos pensando en retirarnos) y con 4 hijos, aun pequeños, decidió vender unas tierritas y emigrar a la ciudad (para más dificultad en otra isla) ya que estoy hablando de Canarias en los años 40. Trasladarse de un pequeño pueblo en La Gomera a Santa Cruz (en Tenerife) es un salto tan grande como si nos fueramos hoy a Tokio o NY…

    Volvió a empezar en un lugar ajeno y competivo en aquella época, montó una tienda, que hasta hace muy poco aún seguía siendo negocio para la familia.

    Trabajó hasta unos meses antes de morir, pasados los 80. Su lema: «los clientes son lo primero, que no te vean nunca cansada, enfadada, triste…» y con respecto a su equipo: «Dar ejemplo».

    Su ejemplo acompañó a mis padres y ahora a mí en mi propia aventura empresarial.

    La ética, el empuje y capacidad de sacrificio de nuestros mayores debería estar más presente en nuestras vidas hoy en día.

  3. Bon dia Juanjo! me ha llenado el corazón tu aportación , probablemente si todos tuvieramos la capacidad de ver las situaciones igual como él las veia , todo serian «oportunidades» no «problemas»

    La frase que detallas, trato de levarla conmigo a diario :

    “Llegarás donde quieras llegar. Serás lo que crees que puedes ser. Casi todo va a depender de ti. No culpes a nadie. Tú eres quien ha de poner los medios y el esfuerzo…”

    Gracias
    MªAngeles (Geli)

  4. Juanjo, la fuerza de tu abuelo me ha hecho recordar a mis abuelas. ¡¡Vaya generación!! Eran ricos con 4 patatas, el sol, un vaso de vino y su familia. Sabían con certeza que si se caían se tenían que levantar y aprendían a no tropezar dos veces en la misma piedra, y sin ir al cole eran «más listos que el hambre». Gracias!! que bonita forma de empezar el día.

  5. Juanjo, te tengo un poco de envidia, pero de la sana, porque yo no tuve la fortuna de tener un abuelo tan majo, tan simpatico y tan optimista. Te felicito por las palabras sabias de tu abuelo y te agradezco que compartas con todos nosotros estas reflexiones.

  6. mi padre me enseñó a disfrutar de todos y cada uno de los segundos de la vida y a vivirlos con una intensidad fuera de serie, algo que heredó de su padre, mi abuelo manuel, nacido y criado en salvador de bahía hasta que voló a galicia y pasó allá el resto de sus días; el recuerdo de ambos es para mi tocino graso y mi actitud vital bebe de sus enseñanzas. un beso para todos y aunque sea la primera vez que escribo algo, me encanta leerte, vecino. viva rusia!

  7. Gracias Juanjo y gracias sobre todo a tu abuelo porque parece ser que estoy en lo cierto cuando hablo con amigos y compañeros diciéndoles que se dejen de sufrir su pesimismo extremo y se dediquen a tratar de mejorar su día a día. La suerte no existe y discrepo también de que el talento conocido como tal también exista, tal vez creo que es la excusa que ponen algunos a los éxitos de otros por trabajar tanto como debían y sobre todo como debían de hacerlo.
    Gracias
    Victor Camon

  8. Magnífico aporte. Gracias a tí y a tu abuelo. Me quedo con esta frase:
    -”Cuando empiezas a plantearte que las cosas no van como quisieras- aseguraba mi abuelo-, cuando sientes que deberías cambiar ¡hazlo! Tu instinto te dice la verdad“.

  9. querido Juanjo,
    hoy tu post me ha impulsado a la certeza de querer ser como tu abuelo. me da algo de pena que esa fortaleza de espíritu, esa fé en sí mismo no haya sido transmitida por tus padres..o mejor aún: que haya sido lo que tu has transmitido a tus hijos. 3 generaciones ‘en blanco’ con esa comodidad que hablas? supongo que algo de cierto hay, desgraciadamente.
    Hoy me imagino como uno de los mayores éxitos de mi vida, el que mis hijas puedan contar que les he trnamitido esa fuerza de la que te hablaba tu abuelo: directamente de mi, sin más saltos generacionales: qué bonito sería, no?

    Gracias por tu reflexión, por compartirlo y por darme pistas en mi camino por esta vida digitaloide.
    Un besote
    M

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