Mi perro “Fosco” murió hace unos años pero es para siempre mi compañero inolvidable de tantos momentos, ilusiones y aventuras.
Me sentía llegar a casa. Esperaba en la puerta moviendo la cola y al entrar saltaba de alegría enseñándome su sonrisa de hermosos dientes de “Gos d´atura”.
Fosco sabía el valor de una sonrisa y nadie se lo enseñó ¡Qué instinto tan humano! …