¡Gracias por las ganas de vivir y por el empuje para no quedarme quieto!
Si es de bien nacidos ser agradecidos es a la Vida a la que primero tengo que darle las gracias por ponerme delante de ella y sentir que tengo que vivirla como una aventura continua.
Y gracias a mis padres, claro, a mi familia, a quienes me han inspirado y me inspiran y me llenan el depósito de gasolina para que el motor tire.
Ahora que arranca 2015, comienza otro gran viaje. En él nos adentraremos por intrincados bosques, cruzaremos caudalosos ríos, ascenderemos elevadas cumbres, surcaremos procelosos mares, atravesaremos fértiles valles y sentiremos el acecho de peligrosos depredadores…
Pero si partimos equipados de optimismo, curiosidad y persistencia, la fuerza nos acompañará.
Aquí no hay medias tintas. O vivimos la vida o somos muertos vivientes. Dejarse llevar es como una muerte dulce. Y más en en esta aventura en la que nos enfrentaremos cambios sorprendentes.
Vivir es impredecible, inseguro y caótico. A veces te pierdes y tienes que buscar de nuevo el camino. Y si pienses que tienes muchas manos a las que agarrarte, te equivocas. Te toca a ti buscarte la vida. Y aprender. Con humildad.
Buscarse la vida también es encontrar a los compañeros que te acompañen. Sin ellos el viaje no podrías hacerlo. Elige bien. Serán tus amigos de verdad y serán muy pocos. No te creas lo que no es.
Y ¡ojo! Ten en cuenta que las ayudas que pienses que necesitas o que te ofrezcan en el trayecto serán momentáneas, parciales, fugaces… y, a veces, egoístas.
Puede sonar brutal todo esto que te digo pero es que viviendo he ido haciendo más escéptico. Y el tiempo me da la razón.
Confiar en uno mismo es esencial. Y en el equipo que te acompaña ¡Tu gente!
Debes estar alerta sin tregua. Casi todo depende de ti. Las preguntas y las respuestas las llevas dentro. Confía.
Y cuando te pidan ayuda utiliza tu generosidad con cautela.
Pablo d’Ors, en su exitoso libro, que te recomiendo, “Biografía del Silencio” dice a propósito de esto:
– “Creer que uno puede ayudar es casi siempre una presunción. En el zen se enseña a dejar a los demás en paz, porque poco de lo que les sucede es realmente asunto tuyo. Casi todos nuestros problemas comienzan por meternos donde no nos llaman.”
Este escritor, que además es un sacerdote cristiano “peculiar”, ha tenido que oír confesiones y situaciones personales que le permiten afirmar lo que dice más arriba. Utiliza también la meditación, una herramienta difícil de practicar pero que nos hace mirar más adentro.
– “Es una falacia -dice D´Ors- atribuir a otro lo que solo a nosotros corresponde. En realidad, basta querer algo con la suficiente intensidad para conseguirlo. Suena a utopía pero no hay nada tan indestructible como un hombre (o una mujer) convencido”.
D´Ors señala también:
– “A la hora de la verdad es así como estamos: solos. Y a veces también a la mitad de ese camino lo estamos. Raramente, en cambio, al principio. Ni la pareja ni la familia ni los amigos…Ni siquiera Dios parece acudir en nuestra ayuda en los momentos decisivos. Todos están muy ocupados en sus cosas, y nosotros debemos estarlo en las nuestras. No se trata de egoísmo o indiferencia sino de simple responsabilidad: hay que responder de lo propio.”
Violeta Parra escribió una canción que seguro la has oído alguna vez: «Gracias a la vida que me ha dado tanto”. Y si no, escucha la emocionada interpretación de Mercedes Sosa.
Vive con pasión este trayecto del 2015 hacia el 2016, 2017…¡y en todos y cada uno de los días que te queden por vivir!
¡Así es la Vida!