Resumo lo que cuenta Guillermo:
De Matemática -dice- solo recuerda sumar, restar, multiplicar y dividir…
De Físicas y Química sus «sólidos» conocimientos, «a los dos días del examen ya eran líquidos. Después se evaporaron hasta ser gaseosos…»
De Geografía Política aun recuerda mucho pero «en estos años un tercio de los países han cambiado sus fronteras, sus nombres, su bandera, su régimen político o todo a la vez«.
De Geografía Física, «grandes lagunas«.
De Filosofía, solo está seguro de que «Sócrates no perteneció a los Presocráticos…»
De Historia, «sopa de letras y fechas«.
De Latín, «no podría recitar una sola frase de Cicerón o Virgilio«.
Muchos de nosotros podemos compartir las mismas reflexiones de Guillermo.
¡Y lo mismo les ocurrirá a los jóvenes que hacen tan sólo unas semanas han superado su «Selectividad».
El mundo ha dado una vuelta de calcetín pero el sistema educativo sigue igualito que el de nuestros abuelitos.
Que nuestros hijos y, sobre todo, nuestros nietos continúen hasta la «Selectividad» con temarios casi idénticos a los que seguimos nosotros, cuando menos me parece anormal.
¡Les estamos enseñamos el pasado! Y no diré que, en parte, sea malo porque el pasado hay que conocerlo para no repetir errores…Pero el Mundo vive hoy una aceleración tan vertiginosa que, o les abrimos a los jóvenes, desde niños, una ventana para que puedan mirar lo que está ocurriendo o les confundiremos.
Muchos se descuelgan de su futuro porque no lo ven. De ahí que España sufra el más alto nivel de fracaso escolar de Europa: 31%
¿Cuantas legislaturas tendrán que transcurrir todavía para que los responsables políticos se enteren y adapten el «qué» y el «cómo» de la enseñanza para acompasarla con los cambios, tecnológicos, científicos, profesionales…que están pasando y lo estamos viendo?
Los enseñantes, en su mayoría, tampoco están en onda con lo que está sucediendo.
Si les preguntara, por ejemplo, como pregunté en un foro de empresarios, qué es la nanotecnología, probablemente recibiría la misma respuesta que recibí en aquel foro: ninguna.
Y lo que significa esa palabra, unida a la de «Ciencias de la Vida», está causando ya una revolución empresarial en EEUU que nos va a tocar a fondo.
¿Hacia dónde dirigirán los jóvenes sus pasos profesionales y vitales si no saben cómo va a ser la sociedad en la que vivirán?
¿Cómo van a responderse a esa pregunta de «qué quiero ser de mayor…»?
¿De dónde saldrán los emprendedores si no contemplan, desde pequeños, la película del precioso mundo que les está esperando?
Antonio Garrigues Walker suele decir que «el futuro ya no es lo que era«. Y tiene razón.
Ni la arquitectura, ni la energía, ni la medicina, ni la alimentación, ni la agricultura… ni nada será como era.
Para verlo, echad una mirada a este link de Juan Enríquez,(http://bit.ly/iqc49d) fundador del Proyecto Ciencias de la Vida de la Harvard Business School y presidente de Biotechonomy…
¡No dejéis de hacerlo sobre todo si tenéis hijos pequeños…!
San Bernardo de Claraval, fundador del Cister y hombre de gran influencia en su tiempo, siglo X!!, decía:
– «Nosotros vemos más lejos en el futuro porque estamos subidos sobre los hombros de nuestros antepasados.»
Pero el futuro que San Bernardo podía vislumbrar se parecía mucho a su presente. Su perspectiva era de muy corto alcance. Solo los visionarios o los profetas veían más lejos.
Ahora la tecnología nos proporciona un telescopio de largo alcance.
Si no ponemos en marcha el nuevo «ecosistema educativo» que deje mirar a la juventud por ese telescopio, otros países lo harán, lo están haciendo, y nos perderemos en la niebla de lo que va a venir.